Recibimos encargo de peritación por robo cometido en taller de reparación de automóviles situado a las afueras de una localidad, con una reclamación económica de 8.000,00 €.

El robo tiene como resultado daños en el continente y sustracciones de contenido asegurado, así como vehículos de clientes.

Los ladrones entraron durante la noche al recinto exterior del taller asegurado mediante escalo de la valla perimetral, de unos 2 m.l. de altura, para posteriormente, forzar y romper el bombillo de la puerta peatonal de la puerta plegable de acceso de vehículos al interior del taller.

La ausencia de sistema electrónico de seguridad, así como el enclave aislado que presentaba la ubicación del taller fueron clave para que los ladrones, una vez dentro del taller, tuviesen absoluta libertad para elegir el contenido a sustraer, buscar las llaves de los vehículos de los clientes, cargarlos con bienes y abandonar las instalaciones con los propios vehículos de los clientes.

Uno de los turismos sustraídos fue recuperado por la Guardia Civil con daños en el mismo ya que fue utilizado para cometer otro robo.

El asegurado reclamaba la sustracción de diverso material propio de su actividad, así como otro tipo de contenido no propio de la actividad que pudimos contabilizar y que se rehusó al no estar asegurado por no corresponder a la actividad asegurada.

Analizamos con detalle las medidas de seguridad con las que contaba el taller asegurado y éstas no concordaban con las reflejadas en la propuesta del seguro y la póliza contratada, lo que derivó en la aplicación de una regla de equidad por las primas pagadas y las que debería haber pagado si hubiera declarado las medidas contra robo que realmente tenía, de forma que resultaba que el asegurado tomaba a su cargo el 25% del importe de la indemnización del siniestro.

La indemnización finalmente propuesta y aceptada fueron 4.500,00 €.