El aumento preocupante de incendios en España, obliga necesariamente a plantear el tema de la obligatoriedad de la instalación de detectores de humo en viviendas nuevas o usadas, asi como una revisión profunda de la normativa existente. Se plantea de primera mano una pregunta. ¿Es efectiva la regulación existente o es imperioso promover una legislación que adecue la actual, a las normas internacionales en materia de seguridad?
En este artículo analizaremos los aspectos legales asi como las incidencias que en costos y en beneficios representaría para los ciudadanos españoles la implantación de normas más severas a este respecto.
Es importante tener en cuenta, que aunque el número de incendios originados por diversas causas en España ha aumentado, aún sigue siendo menor que el de paises en donde existen severas normas que obligan entre otros muchos aspectos al uso de detectores de humo en viviendas.
La normativa actual.
La legislación española no contempla como obligatoria la instalación de detectores de humo en viviendas nuevas ni usadas. La reglamentación general sobre seguridad en viviendas encaminada a evitar incendios causados por diversos eventos, se encuentra dispersa en un sin numero de disposiciones, normativas, guías etc, emitidas por un número igual de entidades, sin que en su conjunto representen una política coherente en materia de seguridad.
La mayoría de estas normas mencionadas, no es de carácter obligatorio y por ende no contemplan penas o sanciones para el incumplimiento o no acatamiento de las mismas. Si hablamos en forma específica del tema detectores de humo en viviendas, tenemos que referirnos a la NTP 215 de 1.988, misma que aborda este aspecto de protección y seguridad.
Aclaremos antes que nada, que Las NTP, constituyen guías de comportamiento no vinculantes y no obligatorias. Esta en particular la NTP 215 es emitida por el Ministerio de Trabajo y Asuntos Sociales y por el Instituto Nacional de Seguridad e Higiene en el Trabajo.
Este documento recomienda el uso de los detectores de humo en viviendas nuevas y usadas detallando las clases de dispositivos que existen y los inconvenientes que pueden presentar eventualmente el uso de uno u otro, según las características de la vivienda a proteger.
Clases de Detectores de humo en viviendas
La NTP 215 determina seis grupos de detectores a saber:
Fotoeléctricos: Este tipo de detector responde a cambios en la densidad, color o intensidad de la luz ambiente, en el lugar en donde se ha instalado. Es un sistema económico y de respuesta muy rápida ante la presencia de fuego. Como desventaja mencionaremos que, en lugares donde se cuente con sistemas de ventilación muy eficientes, estos dispersaran y absorveran el humo antes de que el sensor lo detecte.
Ionicos: Estos sensores se activan al detectar partículas originadas por la combustión de un elemento no determinado, las cuales generan variaciones eléctricas en el ambiente. Al tener la capacidad de detectar partículas de dimensiones microscópicas (micras), su efectividad es muy alta. Sin embargo son susceptibles de generar falsas alarmas, originadas en la detección de partículas de polvo, aerosoles o aquellas generadas por fumadores en el recinto, circunstancia esta que no los haría muy prácticos a la hora de usarlos como detectores de humo en viviendas.
Puente de Resistencia: Estos detectores funcionan mediante una rejilla que atrapa partículas de humo, las cuales generan un aumento en la conductividad del dispositivo activando la alarma. Son poco usuales como detectores de humo en viviendas, por cuanto, por ejemplo el vapor del agua los activa. Son extremadamente sensibles.
Por análisis de muestra.: Este tipo de dispositivos requiere de una red de tubería, asociada a una bomba extractora que recoge muestras de partículas suspendidas en el aire, las analiza y activa la alarma al encontrar partículas de humo. Son extremadamente complejos y debido a los analizadores que requiere muy costosos, lo cual los hace totalmente inoperantes para ser usados como detectores de humo en viviendas. Hoy en dia son considerados arcaicos, aunque su efectividad aún no se discute.
Combinados puente de resistencia e iónicos: Como su nombre lo indica, combinan la tecnología de ionización con la de puente de resistencia. La innovación en esta acertada combinación radica en que solo si los dos sistemas en conjunto detectan amenaza se activa la alarma. Confiables y seguros, son poco sensibles a las falsas alarmas. Podríamos afirmar en este punto que es el sistema mas adecuado para usar como detectores de humo en viviendas nuevas o usadas.
Tipo taguchi con semiconductor: Finalmente la NTP 215 nos habla de este tipo de detectores, que funcionan de un modo complejo y solo compresible para personas con avanzados conocimientos en física, química, electrónica y electricidad. Altamente decepcionantes, fueron probados en 26 incendios ficticios y solo detectaron uno. Sobra decir que no son recomendables.
Finalmente la NTP 215 recomienda que cualquiera que sea el tipo de detectores de humo en viviendas que se instale ya sea en construcciones nuevas o usadas, estos deben ser revisados y sometidos a mantenimiento una vez por semestre o cuando se haya presentado una alarma real de incendio.
Son necesarios los detectores de humo en viviendas?
Si nos atenemos a la normativa actual en España, cualquier lector desprevenido juzgaría que no. De no ser así, se preguntaría este imaginario lector, porque no es obligatorio el uso de los mismos? Porque es tan vaga y difusa la normativa actual, y sobre todo porque no es tan siquiera obligatoria?
Pero si analizamos la realidad, y entendemos que la mayoría de siniestros se producen en la noche, cuando las personas duermen y no tienen la capacidad de advertir sobre la presencia de esas señales que indican el inicio de un incendio, entendemos que definitivamente España requiere de una legislación que obligue al uso de detectores de humo en viviendas nuevas, pero sobre todo en las usadas, mismas que en razón de su antigüedad adolecen de mayores factores de riesgo.
No es un argumento contundente el hecho de que España aún presenta un índice menor de siniestros de esta clase comparado con sus vecinos más próximos, que si cuentan con exigentes reglamentaciones en esta materia. Si con la implantación de una ley estricta que obligue al uso de detectores de humo en viviendas, se logra salvar una vida, esa vida justifica la expedición de la ley. Los ciudadanos deben hacer llegar ese mensaje a los buenos legisladores.